I definitely adore Three Kings Day. Although I'm not a child any more, the first thing I do when I wake up in the morning is to put on a golden cardboard crown. Then, I go to the kitchen to cut the rosco. For those of you that may not know what the hell a rosco is, it is kind of a huge donut with sugar and candied fruits on the top. Some of them are also filled with cream, but at home we prefer the plain version. Each rosco has a hidden prize inside, like a tiny china doll or things like that.
You may not believe me if I tell you that I have won this prize each year since I can remember. That means that I have a remarkable collection of strange tiny objects at home. They make me happy. I absolutely love them: I feel I'm so lucky each time I find one of this things inside my piece of cake!!
Here you can see my rosco as it looked like in the morning: the prize was exactly where it should be (into my portion ;) and you can see it in the second photo. It's like a little buddy with his bicycle, and it has a magnet on the back. Isn't it lovely?
And finally, here you have some photos of my Three Kings' presents. A mind blowing digital camera with interchangeable lens, and a really special camera bag (it´s a limited leather made edition that imitates phyton skin). I think that the detail of the monkey in the strap is stunning...
Although, if I'm honest, this camera bag has not exactly been a present...I bought it myself some months ago...when I thought I'd had some time to dream again, after a whole year of very hard work. However, there was no summer for me...
But now the moment has arrived.
Happy day to you all.
Definitivamente, adoro el día de Reyes. Aunque hace mucho que dejé de ser una niña, lo primero que hago al levantarme es ponerme una corona de cartón dorado. Luego bajo a la cocina a cortar el rosco. Para quienes no sepáis qué demonios es un rosco, se trata de una especie de donut gigante con azúcar y frutas confitadas por encima. Algunos están además rellenos de crema, pero en casa preferimos la versión sencilla. Cada rosco tiene un premio escondido en su interior, como por ejemplo figuritas de ceránica o cosas así.
Puede que no me creáis si os digo que he ganado el premio cada año desde que tengo uso de razón, lo que significa que acumulo una notable colección de figuritas extrañas en mi casa. Me hacen feliz. Me encantan: me siento muy afortunada cada vez que encuentro una en mi pedazo de roscón.
En las fotos podéis ver la estupenda pinta que tenía mi rosco esta mañana: el premio estaba exactamente donde debía (en el trozo que yo me serví ;) y podéis verlo en la segunda foto. Es como un niño con su bicicleta, y tiene un imán detrás. No es precioso?
Finalmente, aquí tenéis unas fotos de mis regalos de Reyes. Una cámara digital alucinante de lentes intercambiables, y una funda muy especial (es una edición limitada hecha en piel que imita pitón). El detalle del mono en la correa me parece impresionante...
Aunque, si soy sincera, esta funda no ha sido exactamente un regalo de Reyes...Me la regalé a mí misma hace unos meses, justo antes del verano, cuando creía que tendría algo de tiempo para volver a soñar, tras todo un año de trabajo durísimo. Sin embargo, no hubo verano para mí...
Pero ahora el momento ha llegado.
Feliz día a tod@s.